Este es el tipo de artículo que no me gustaría publicar.
Porque creo que muchas de estas lesiones no son accidentales, porque se pueden evitar, se pueden prevenir.
Tengamos conciencia de que la seguridad pasiva es necesario, significa adelantarse a los hechos infortunados, abrochar el cinturón antes, colocar la goma en el canto de la mesa antes, colocar la protección en las aberturas antes.
Este tipo de accidentes son más habituales cuando el bebé está en plena transición evolutiva, es decir cuando está adquiriendo una nueva habilidad, sobre todo si esta es motora.
Cuando un bebé empieza a gatear o caminar pero aún no domina totalmente esta destreza, son constantes los golpes y caídas contra elementos en el hogar.
Dentro de las lesiones por caídas tienen especial relevancia las caídas de gran altura.
Desgraciadamente este tipo de lesiones tienen una estadística demasiado elevada, la protección de balcones, ventanas y huecos de escaleras son peligros potenciales para los pequeños debido a sus ganas de descubrir el entorno y el escaso control que tienen de su cuerpo, así como la poca percepción del peligro.
Recomendaciones y medidas preventivas para evitar caídas en el hogar
1. Mantener TODAS las zonas de tránsito de la casa despejadas, sin juguetes, cajas o mobiliario decorativo que hagan tropezar. Mantener el orden en un hogar con niños es una tarea difícil, hay que encontrar y diseñar un rincón para cada actividad y así evitar que tengamos juguetes y otros útiles de bebés repartidos por toda la casa.
2. Una correcta iluminación es importante para no caer ni golpearse. Ayudarnos de puntos de luz no siempre nos da esa garantía pero es lo mínimo para poder orientarnos si se trata de un adulto, al bebé le otorga tranquilidad, pero debemos iluminar la zonas por donde transita el pequeño para que pueda ver bien por donde actúa.
3. Evitar superficies resbaladizas, como grasas en la cocina, agua en el baño, suelos muy encerados, alfombras que se deslizan con facilidad, además de colocar protecciones antideslizantes que señalicen los escalones.
4. Cuando nuestros hijos se bañan en la bañera recuerda colocar una protección antideslizante en el suelo de la bañera para evitar resbalones, ayudarlos con un asa de seguridad para salir y entrar les ofrecerá más autonomía aunque no nos movamos de su lado.
5. Las escaleras deberían disponer de un pasamanos de altura no superior a 1,10m, la distancia entre los barrotes no puede ser superior a 10 cm (evitar riesgo de asfixia). Hasta que el pequeño domine la habilidad de subir y bajar los escalones hemos de optar por colocar barreras de seguridad para escaleras para evitar accidentes y proteger todos los huecos de escaleras con redes de protección, muchas caídas de gran altura se producen por no proteger esta zona.
6. Conviene asegurar las ventanas y los balcones, para evitar que el niño las abra a una medida suficiente para que pueda caber sus cuerpo, aunque la medida más eficaz y que cada vez más se impone en nuestro país son las redes de seguridad para ventanas y balcones, que son estéticas, no dan sensación de cerrado y son las únicas que están certificadas para evitar este accidente, son económicas, fáciles de colocar y desmontar. Evitamos la colocación de rejas que en caso de evacuación por emergencia (incendio) resultan una trampa mortal.
7. Los balcones con barrotes han de precisar protección. Aún así, nunca dejes solo al niño sin vigilancia en un balcón o terraza, pues la macetas y demás ornamentos son ideales para escalar.
8. Todos los artículos de puericultura han de estar certificados bajo las normas más estrictas de seguridad. Desconfía de lo prestado o heredado, muchos de estos productos con el uso pueden perder su homologación. Es muy importante seguir las normas de utilización que proponen los fabricantes. Por ejemplo, en las sillas de paseo y tronas hay que sujetar al pequeño con los arneses que llevan, no pensar que por un momento de utilización el niño no pueda caer o la silla volcar.
9. Cuando tenemos lactantes es un error pensar que no sufren accidentes, sobre todo ocurren con los cambiadores. Debemos extremar las precauciones y dejar todo preparado a la hora de cambiarlo de pañal o ropa, ya que pensamos que por un momento no van a caer del cambiador pero los pequeños adquieren habilidades de un día para otro y pueden girar sobre sí mismos. Si debemos desplazarnos de su lado, tomaremos al pequeño en brazos, aunque sea solo un segundo. Este mismo hecho lo tendremos en cuenta en sofás, camas… es muy común dejarlos encima sin vigilancia y que se precipite al suelo.
10. Elementos como andadores y correpasillos pueden ser aliados si hacemos un buen uso de ellos, y mantenemos unas estrictas normas de seguridad, debemos extremar las precauciones, cerrar los accesos a las escaleras con barreras de seguridad para niños y abrir espacios más amplios para así no limitar la acción lúdica y motriz del pequeño, evitando golpes o caídas.
11. Durante el periodo en que el niño adquiere una nueva habilidad motriz (gatear, caminar o correr), son muchas las veces que cae y se golpea hasta que lo consigue. Minimizar los efectos de estos accidentes es vital para que el pequeño siga intentándolo y no lo vea como algo imposible de conseguir, sobre todo porque se ha hecho mucho daño. Por ello se ha de proteger el entorno para evitarlo, cantos de mobiliario y paredes, esquinas peligrosas… también es recomendable la instalación (sobre todo en aquellas estancias donde el niño pase mucho tiempo) de suelos blandos que amortigüen impactos.
12. Procura no permitir que los niños se suban a sillas o muebles ni, por supuesto, lo hagas vos. El niño querrá imitarlo en cuanto pueda escalar, ya que la visión desde una altura es muy diferente a la que está acostumbrado y la tentación será muy fuerte, pero su escasa autonomía motriz podría hacerlo caer fácilmente.